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martes, 21 de febrero de 2012

Guerra jurídica contra los militares colombianos

 DE LA GUERRA JURÍDICA QUE  ACECHA LA PATRIA AL ENGAÑO A LA   
                                             INSTITUCION MILITAR
  
Por el MG. ® Hernando A. Ortiz Rodríguez *


La definición de guerra jurídica puede consultarse en la internet para comprender su significado, así por ejemplo consigno la siguiente definición encontrada al azar [1] : La guerra jurídica se define como “la utilización de la normas legales de un Estado o la de la comunidad internacional con el fin de obtener victorias psicológicas sobre el enemigo”. El Doctor Enrique Gómez Hurtado en el articulo “La guerra jurídica” publicado en septiembre de 2010 sostiene que “Dentro del campo abierto del concepto maoísta que afirma la necesidad de utilizar “todas las formas de lucha”, sin tener en cuenta ningún principio moral, ético o de interés para la sociedad, la utilización de la “guerra jurídica” se ha convertido, quizá, en el principal instrumento que hoy utiliza el narco-terrorismo subversivo. Es hoy la “forma de lucha principal”.

De otro lado en entrevistas radiales y escritas el Señor Procurador General de la nación Alejandro Ordoñez según Blog Colombian News  afirma que “No hay General, no hay oficial que vaya a salir indemne de esta guerra jurídica y política. […] No habrá ex presidente que logre quedar por fuera de esa tesis jurídica que hace parte de una guerra jurídica contra el Estado”.

La existencia de la “guerra jurídica” es ya reconocida hasta por la misma izquierda; en una entrevista a la revista “Semana” por el Doctor Iván Orozco[2] sostiene sobre la guerra jurídica en general y los crímenes de  lesa humanidad (argumento para eliminar el fuero militar) que “Eso tiene que ver con el perrateo del concepto de lesa humanidad y es un error de la judicatura. Están calificando los crímenes como de lesa humanidad por su gravedad y eso no tiene nada que ver con el Estatuto de Roma. La CPI califica los crímenes de lesa humanidad por su carácter sistemático y masivo. Nuestras cortes están haciendo un ejercicio de memoria infinita hacia adelante y hacia atrás que, en casos, lo único que se hizo fue echarle leña al fuego y favorecer la polarización. Afirma además que “Yo digo que en las cortes hay un pánico moral, una incapacidad para reaccionar razonablemente frente al problema de la impunidad y una gran incapacidad de ser selectivos. Si hay algo patético es la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que equipara el concierto para delinquir agravado con un crimen de lesa humanidad. Eso empantana la Justicia. ¿Qué puede hacer una Fiscalía a la cual le presentan la guerra colombiana como un bloque de acero constituido todo por un solo crimen de lesa humanidad?”.

De otro lado y al tiempo que nos dicen desde el mismo Estado como valientemente y con poco eco nos lo recuerda el señor Procurador, enfrentamos la guerra jurídica, inexplicablemente salen dos ministros en rueda de prensa a retirar el proyecto del Fuero Militar que actualmente cursa en el Congreso con la disculpa facilista que se presentará una reforma a la Justicia Penal Militar, muy necesaria eso sí, pero diferente al  tema del fuero, inentendible  retiro por parte del gobierno cuando la iniciativa fue del  legislativo. Resulta  desconcertante, recibir la agresión por la espalda y por parte de quienes supuestamente, están al lado de la fuerza pública.

De acuerdo a todo lo anterior, para un soldado en actividad o en retiro no solo es sorprendente es también desmoralizante, se siente engañado y desamparado, es como si el mismo Estado que le exige dar la vida si fuere necesario, le reclamara  no solo ese sacrificio supremo,  sino hacerlo lentamente, con dolor prolongado, como si tuviera que aceptar que sus actuaciones, son  siempre  ilícitas, sucias y merecedoras del oprobio,   del castigo y de la condena de la sociedad a la cual como consta en la historia,  siempre defendió.

No se trata de que se consagre la impunidad en los delitos que se cometan, como lo quieren hacer aparecer los enemigos del Estado y quienes les hacen el juego, nadie lo pretende ni lo entendería, se trata de tener las mínimas garantías que brinda la existencia de un Fuero Militar, aquellas que desaparecieron ante el ataque exitoso de la guerra jurídica, la que lenta pero paciente e inadvertidamente fue avanzando hasta tener arrinconados y desmoralizados a militares y policías.

No, no se trata de tener un fuero de impunidad, se trata de tener un fuero que le permita enfrentar la guerra jurídica en la que el mismo Estado lo obliga enfrentar, pero esta vez con alguna garantía de imparcialidad y vaya que ironía, con justicia.


Febrero de 2012.

*Del Centro colombiano de pensamiento político-militar





 






[1] Capítulo II Guerra juridica y judicial; www.envozalta.org; que es una organización uruguaya por los presos politicos.
[2] Iván Orozco: Profesor de la Universidad de los Andes, miembro del grupo de memoria histórica de la universidad. Entrevista a la Revista Semana Online. 19 Feb. 2012.

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