domingo, 27 de marzo de 2011
DEFENDIENDO LA JUSTICIA PENAL MILITAR
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El espíritu de combate frente al temor de la injusticia
Escrito por: Mayor General Ricardo Rubianogroot Román, Miembro del Centro Colombiano de Pensamiento Político Militar.
Mientras en varios países del mundo, con visión futurista, fortalecen la justicia penal militar (JPM), la examinan, la actualizan, la mejoran, para que ella sea garante y coopere en la acertada marcha de las instituciones armadas y por ende de su propio país, parecería que en Colombia nuestros dirigentes son incapaces de dimensionar lo que lograrán con las instrucciones dadas respecto de lo que será el futuro de la Justicia Penal Militar; o por el contrario, con toda la claridad y entendimiento saben que lo que están disponiendo será la catástrofe y el fin de la misma y por ende de las mismas Fuerzas Militares; este planteamiento se evidenció en el foro de JPM realizado recientemente en el país.
En mi experiencia como Comandante operativo que fui en gran parte de mi carrera de mas de 39 años, me correspondió entrar a analizar y buscar alternativas, al percibir en mis subalternos en los Comandos que desempeñé, actitud díscola y de inquietud, cuando se los asignaba a cumplir misiones de bombardeo e interdicción o cualquier misión típica que la Fuerza Aérea cumple para neutralizar a los enemigos de Colombia.
Cuando aquellos pilotos y tripulantes de las aeronaves de combate empleadas en esta guerra que vive el país, se manifestaban preocupados, temerosos, faltos de protección, exteriorizaban y demandaban con respeto, orientación, apoyo y garantías en lo que sería un posible enjuiciamiento penal, disciplinario o administrativo, por posibles daños colaterales que podrían presentarse, producto de la operación ordenada y ejecutada por ellos, el Comando, no encontraba ni había propuestas o respuestas claras en textos legales ni en la asesoría legal recibida. La jurisprudencia encontrada no daba argumentos para tranquilizarlos y darles garantías.
Aquellos cuestionamientos surgían con mayor insistencia al ver compañeros respondiendo legalmente solo por cumplir cabalmente una orden de operaciones; tenemos el caso de Santo Domingo, como un ejemplo claro de injusticia, donde se condenaros con a altas penas a honestos pilotos y tripulantes.
Ese caso fue manejado por la Fiscalía con desconocimiento y sin deseos de argumentar el entorno operacional. Es conocido también que fué manipulado por legalistas ajenos a la institución, evidentemente mal intencionados, quienes direccionaron y argumentaron que en esta operación, se habían infringido temas relativos a los Derechos Humanos (DIH), infortunadamente a quienes les correspondió la defensa carecían de planteamientos sólidos, consistentes y serios; a esa defensa le correspondía manifestar que quienes instruyan un caso de estos o similar, deben conocer de derecho pero también de temas militares, analizar el entorno en el cual se cumple una misión de combate, conocer de operaciones aéreas, ser expertos en temas tácticos, estratégicos y militares, especialistas en el ambiente en que se da una guerra, es decir versados militares abogados en JPM. De esa manera procurar un dictamen y sacar avante una defensa justa para quienes trabajan por y para la nación.
En este proceso como en muchos, difícilmente se esgrimen argumentos o manifestaciones referentes al derecho internacional de los conflictos armados (DICA), cual es una de las alternativas y que es usada por las grandes potencias en lo conflictos en los que ellas participan, buscando protección y garantías para sus hombres.
Solo basta una mirada rápida, para apreciar como el ímpetu de operaciones ha disminuido tanto en lo terrestre, como en nuestros ríos, mares y las acciones provenientes desde los aires se han reducido. Quienes tienen hoy la responsabilidad del manejo de las instituciones castrenses con lógica entendible por formación, lealtad y complacencia al Gobierno Nacional, manifiestan que las tropas siguen a la vanguardia y con el ímpetu a flor de piel; que diferente es la realidad!
Como nuestros respetados y estimados Comandantes no pueden ni deben manifestarlo abiertamente, lo manifestamos quienes tuvimos la experiencia operacional y amamos nuestras instituciones militares: “tenemos tropas temerosas, no de combatir, temerosas de someterse a una justicia injusta y que encuentran poco apoyo y garantías mínimas por parte del mando y del gobierno”; ni las mejores tropas con la mejor moral, con el espíritu de cuerpo desbordado, mejor preparadas y motivadas, podrían ganar una guerra de esta manera, con ese limitado soporte.
Veíamos en el foro que se llevo a cabo en días pasados en nuestra capital, el que tuvo como tema central la Justicia Penal Militar (JPM) y al cual asistieron representantes de gran parte del continente americano, en el, los asistentes narraban y exponían con seguridad y orgullo, lo que es la JPM en cada uno de sus países.
Se destacó el expositor Peruano, militar, abogado y legalista reconocido, el narró como la JPM en su país fue más atacada y vilipendiada que la nuestra, llegó prácticamente a desaparecer, pero con un manejo adecuado, con argumentos válidos, legislando apropiadamente, concientizando al gobierno de los efectos y consecuencias de una JPM débil para su país, ella retomó su rumbo, se fortaleció y hoy es fundamental en el esclarecimiento y en la buena marcha de las operaciones militares de ese país hermano, el que nuevamente es objeto de una guerra asimétrica manejada por la izquierda y con directrices extractadas del Foro de Sao Pablo, que silencioso y sistemáticamente sigue incrustándose en los diferentes países de la región.
De la misma forma el representante del Gobierno de los Estados Unidos un General en servicio activo, lo que garantiza que es un experto en temas militares y fundamental para desempeñar el cargo de directivo en JPM, manifestaba magistralmente que el nivel y credibilidad de la JPM en su país, es el mismo que tiene la justicia ordinaria, incluso en oportunidades y en mutuo acuerdo, intercambian experiencias y personal para esclarecer casos legales, hay una constante sinergia y cooperación; qué lejos estamos de este sano ejemplo que nos coloca esta potencia mundial en diversas áreas, siendo el ámbito legal una de sus fortalezas.
Lo que tal vez percibí con preocupación y a lo que se le debe prestar mayor atención, fueron las manifestaciones y expresiones de los asistentes por Colombia, oficiales activos de la Fuerza Publica quienes en forma insistente pedían a oficiales en retiro abogados miembros del Centro Colombiano de Pensamiento Político Militar CCPPM, quienes en su mayoría fueron los expositores en la mencionada ocasión, que fueran voceros, que procuraran cambiar ese fatídico destino que se avizora para la JPM Colombiana.
Acaso estan ellos tambien temerosos? actuar con claridad y decisión en este tema puede ser nefasto para sus carreras y su futuro institucional? que les impide a ellos manifestarse con sensatez en lo que perciben como incorrecto en temas de la JPM?
“Señores Comandantes, estimados compañeros, actúen con prestancia y en forma firme, es ahora y les correspondió a ustedes enderezar el camino, pues dejamos avanzar lenta y perjudicialmente esta circunstancias del mal lugar y hora que ostenta hoy la JPM Colombiana, es cierto que esta realidad se debe entre otros factores, que los que ya pasamos y los antecedimos en las filas castrenses, no actuamos oportuna y diligentemente para evitar esta pérdida, no cometan ustedes nuestro mismo error”.
Perdimos prácticamente el Fuero Militar. Tenemos un manual operacional que cada vez restringe más las acciones militares exitosas. Hay en las cárceles y con procesos mas de 3.000 militares activos y retirados enjuiciados por aspectos operativos e inherentes al servicio. Las Fuerzas en forma individual, pues ni para ello hay un criterio unificado, han intentado organizar entes para la defensa operacional; allí está DEMIL tan duramente atacada recientemente y en donde su director fue obligado a dimitir. Somos ya espectadores fríos, escépticos y temerosos cuando la Fiscalía llega a las Unidades y a las Escuelas e Institutos a “sacar” a oficiales y suboficiales activos alumnos de estos cursos para llevarlos cárceles civiles, desconociendo la normatividad existente en este sentido. Nos han perdido el respeto y no nos hacemos respetar. Las cárceles militares están desacreditadas, cuestionadas; ¿que más veremos en los próximos días? ¡A donde hemos llegado! Los únicos ganadores en esta realidad son los enemigos de la paz, las organizaciones de izquierda mal intencionada, ellos si han trabajado con dedicación y estan logrando sus propósitos.
Señores Comandantes de las Fuerzas Militares, abogados castrenses, directora de la JPM, militares en servicio y de la reserva activa, un llamado a la cordura, a la sensatez, a la reflexión y acción, en este tema tan sensible y de tanta trascendencia para el futuro de nuestras Institución armada, protejamos nuestra Justicia Penal Militar.
Bogotá, 26 de Marzo de 2011
Es un producto de la reflexión del Centro Colombiano de Pensamiento Político Militar
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2 comentarios:
Donde se gestó el decaimiento de la Justicia Penal Militar? Aunque suene redundante, se gestó al interior de la misma Justicia Penal Militar, que no estuvo a la altura del momento histórico de su crecimiento y fortalecimiento. Además se gestó en algunas Unidades Militares donde el Juez parecía un sastre, o un zapatero, o un dibujante... Allí se empezó a perder la majestad de la justicia y esto llevó a confundir la administración de justicia para los militares con la administración de un juez por los militares. Cierta es la opinión del General Rubianogroot en ese sentido, el decaimiento ha surgido desde el interior y esto ha sido aprovechado por quienes quieren ver destruida la mayor fortaleza que esperaría tener un combatiente: Seguridad jurídica, seguridad para que en caso de que su conducta como Comandante o como Soldado, sea investigacda, sea juzgado por un Funcionario justo e imparcial y que por lo menos tenga conocimiento de cuantas montañas hay en 500 metros lineales en zonas como los macizos, nudos y serranías Colombianas. Y que entienda como se pueden perder las comunicaciones en estas áreas por las condiciones topográficas, dificultando el ejercicio de mando y control y por lo tanto el dominio del hecho.
Eso solo se sabe como persona de bien, o siendo campesino o siendo Militar. Eso no lo enseñan en las facultades de derecho...
Adicionalmente, la tesis juridica actual que define que son actos relacionados con el servicio, sumado al desprendimiento institucional de algunos jueces penales militares, han llevado a la interpretación facilista de que casi ninguna conducta cometida por los militares es relacionada con el servicio. Estas interpretaciones están tomando rumbos oscuros que al paso que van las cosas, llegarán a una conclusión finalista, que lo único relacionado con el servicio será "el delito del centinela".
Ate.
Hernando Cucunubá
Mientras la justicia colombiana esté politizada: habrá corrupción y veremos jueces pagando favores politicos sin importar si son justos o no. Ejemplo tenemos en cantidades como el caso del palacio de justicia donde vemos al coronel Plazas y al general Arias en la carcel y a los señores Gustabo Petro como senador y candidato presidencial y Antonio Navarro como gobernador de Nariño.
atte,
Duvan Orozco Mora
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