Quienes somos

"Un grupo de colombianos, militares y civiles de reconocida experiencia a nivel nacional e internacional, conformado para analizar y debatir problemas importantes sobre la defensa y seguridad nacional".

martes, 18 de mayo de 2010

El editorial de la Semana

Que mal momento y ocasión!

A propósito del proyecto de Ley que cursa en el Congreso para beneficio de los Generales



Enseñamos en los cuarteles y Escuelas de Formación de las Fuerzas Militares, valores y principios fundamentales para la marcha normal de nuestras instituciones  castrenses, con la convicción de que serán ejemplo ante el resto del país, lo cual es absolutamente entendible, pues de nosotros, los militares, se espera lo mejor en numerosos aspectos, pero especialmente en  cuanto a comportamiento, carácter, moralidad e integridad.

La reflexión anterior, surge ante  lo ocurrido el 4 de Mayo  en la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, cuando el ponente Senador Barriga, presenta un proyecto de ley ante esa Corporación, el que, sin razón aparente, contaba con mensaje de urgencia de la Presidencia de la República, cuyo propósito principal era permitir el acceso al grado de General de la República para los oficiales del Cuerpo Administrativo de las Fuerzas Militares y la creación de un grado intermedio en la escala del generalato denominado “Teniente General”.

Cual seria la sorpresa en ese recinto ante la intervención y reacción negativas, de casi todos los integrantes de esa comisión, entre los que se destacaron con argumentos, estadísticas y, por que no decirlo, testimonios validos e innegables, los Senadores Cecilia López y Juan Manuel  Galán. Entre los asistentes al debate, además del Ministro de Hacienda, se encontraba el Señor Almirante Jefe de Estado Mayor Conjunto, y distinguidos Generales y Almirantes de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional.

Quienes pudimos asistir al debate, retransmitido el domingo 9 de Mayo en diferido, siempre estuvimos pendientes y expectantes de la intervención de los militares activos por ser un proyecto dirigido especifica y únicamente al cuerpo de Generales activos. La ocasión y tema lo ameritaban y aunque en  varias oportunidades fue anunciado nunca se dio. Qué desilusión sentimos al ver que se agotó el tiempo y ninguno de ellos intervino, ni siquiera el Almirante David René Moreno, oficial de mayor rango presente y delegado del General de cuatro soles Freddy Padilla de León.

Qué pasó? Por que la esperada y obligada intervención nunca se dio? Posiblemente los argumentos del Ponente y un defensor de la misma, asesorados y con información del Ministerio de Defensa al mas alto nivel, no fueron suficientemente sólidos, no tenían fondo, ni mucho menos era urgente, como se lo calificó. A pesar de que se expuso que el Estado no incurriría en gastos adicionales, el Ministro de Hacienda manifestó lo contrario. Infortunadamente para el ponente y Generales de la Fuerza Publica, este proyecto, quedó sepultado, pues el Ministro Oscar Iván Zuloaga, manifestó que el desarrollo de esa ley, sí requería de recursos adicionales y no quería comprometer al actual gobierno con compromisos futuros.

Lo que quedó en entre dicho para quienes presenciamos el debate fueron los valores y virtudes de los que se trató al inicio de este escrito, ante la posición impertérrita de los Militares presentes, quienes soportaron imperturbables las fuertes críticas y calificativos lanzados por los miembros de la Comisión Segunda, quienes tildaron la ponencia de falta de ética y de pretender mejorar solamente las condiciones de la cúpula militar, mientras se ignoran las condiciones precarias de las bases y, injusta e inexplicablemente se mantiene a un gran grupo humano represado por varios años en sus ascensos. En el ambiente quedó la sensación que valen más los intereses particulares, en este caso de los Generales de mayor graduación y antigüedad, que los intereses generales de los subalternos.

Qué mal momento y qué mala ocasión para dejar en entredicho lo que se promulga en los claustros de nuestra querida institución ante la sociedad, qué mal momento y qué mala ocasión para que nuestros detractores tengan la oportunidad de criticar y dejar “mal parados”, qué mal momento y ocasión para que se burlen de nuestra moral, por que no decirlo, con argumentos sólidos y reales. En esta oportunidad, tenemos que admitirlo, los integrantes de la Comisión Segunda si tenían estadísticas y parámetros incontrovertibles, estaban realmente preparados, lo que no sucedió con el ponente, defensor y la Cúpula Militar y policial.

Como correspondía a su condición de Ciudadano, y General de la República, el Senador Jaime Ernesto Canal Alban, en una intervención plena de mística, patriotismo y sólidos argumentos, puso de presente la mala preparación de la ponencia y la pésima asesoría del Ministerio de Defensa y el Comando General. Fijó su posición seria y firme en contra de la pretensión de otorgar el Grado de Generales a oficiales del Cuerpo Administrativo, quienes no conocen los rigores del combate y las operaciones, por lo que no resulta oportuno ni justo para la moral del oficial combatiente y por que “el grado de general es un honor de difícil logro y no se puede estar repartiendo sin honor y sin esfuerzo, bajando de nivel esa dignidad y por la que luchamos los verdaderos militares, nuestro norte, nuestro fin ultimo”; expresó también que resulta baladí el argumento de tener cuatro soles para poder intervenir adecuadamente en reuniones de Comandantes de Ejércitos a nivel Internacional. En fin, que digna y patriótica intervención la del General Canal, Senador de la República, que puso de manifiesto que aun quedan vigentes aquellos valores y principios. Usted, General Canal, si representó dignamente al estamento castrense.


Bogotá, 18 de Mayo de 2010

CENTRO COLOMOBIANO DE PENSAMIENTO POLITICO MILITAR

www.pensamientopolitico-militar.blogspot.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ojala y publiquen estas paginas en las primeras paginas de los mejores editoriales de colombia,ojala y se reactive la justicia penal mlitar, mis respetos mi Generl javier ,Artillero hasta la sepultura, felicidades

Anónimo dijo...

Si el nuevo presidente SANTOS va a continuar con la misma ideoligia de mando del actual presidente URIBE, la cupula militar incluyendo al mindefensa deben de hacer los juramentos por el mismo periodo presidencial, ya que en este actual fue muy NOCIVO para las FFMM la continuidad por tan largos periodos de los generales, truncandole el paso a los nuevos prominentes SOLES, Tiene uted razon Sr ARIAS al decir del sueldo tan precario de los oficiales medios y los sub-oficiales de alto rango, ganan mas los patrulleros recien egresados que los mando medios de las FF,MM, No es justo que por culpa de uan justicia corrumpida e inepta nustros militares sean juzgados por ineficaces juececitos de la republica, que los puede ver bebiendo en cualquier bar de Bogota, mientras los de honrra y buenos modales se encuantran presoso por estos inertes jueces, gracias mi general, viva mi glorioso ejercito de colombia viva la artilleria

Unknown dijo...

Las prioridades no están claras, tanto en el alto mando como en el gobierno nacional. El principal deber del comandante aparte de cumplir la misión asignada, es la de propender por el bienestar de sus hombres y no del suyo como en este caso. El grado de general involucra, experiencia, conocimiento profundo, y tal vez lo más importante, la moral de haber hecho lo que hacen sus subalternos. Es equivocado y tergiversado el pensar que un oficial de insignia es comparable con la gerencia de cualquier empresa. Comandar y liderar en las fuerzas militares hace referencia a conducir operaciones, con hombres y medios especiales, por lo que un oficial del cuerpo administrativo no esta ni estará preparado para esto. Por otra parte, es hora de despertar y dejar de pensar que los militares solo somos un instrumento manipulado al antojo de las conveniencias de muchos, fichas para mover ó quitar para salvar los intereses de otros. El papel del militar en un país es sublime y transparente, motivado unicamente por su corazón, comprometido con los intereses comunes del pueblo, procurando no solo su seguridad sino también su desarrollo, lo que nos hace dignos de confianza y compromiso. El futuro de Colombia esta en nuestras manos.