domingo, 8 de junio de 2014
Algunas
precisiones al acuerdo sobre el tercer punto
de la Agenda:
Al final de la discusión del tercer punto de la
Agenda, se presentaron dificultades para establecer un acuerdo, por la negativa
de la Farc de reconocer su participación activa en el narcotráfico. Era obvio
que por intereses políticos y circunstancias electorales, existía la necesidad
de destrabar el acuerdo en este punto crucial de las negociaciones. Aspecto que
fue superado en la semana anterior a la primera vuelta, llegándose a un arreglo
en la redacción de lo esencial, que se definió con un reconocimiento vago de la
participación de las Farc en el negocio de las drogas, lo que trajo como
consecuencia una marcada ventaja para los propósitos estratégicos de las Farc,
con el compromiso de su desvinculación en este negocio ilícito.
Razones para creer que fue
una ganancia estratégica de las Farc, con algunas ventajas para el gobierno y
el país:
1. En la redacción quedo
consignado, que la persistencia del narcotráfico en Colombia, estaba ligada las
condiciones de pobreza y abandono del gobierno en las zonas de cultivo y a la
existencia de grupos criminales, en esta última categoría no quedaron incluidas
las Farc.
2. Aunque el factor de pobreza
y abandono estatal es un factor a tener en cuenta en los cultivos ilícitos, no es
el más determinante; existen condiciones de ubicación estratégica y dificultades
del terreno (selvas y parques naturales, cercanía a los grandes centros de
consumo) que facilitan a los narcotraficantes (y la guerrilla), la
proliferación de este fenómeno; pero la mayor influencia la ejercen los precios
en el mercado internacional, lo cual llevo a las Farc a involucrarse en este negocio
tan lucrativo y fácil de controlar.
3. Quedaron consignadas en el
acuerdo tantas condiciones para el gobierno, que se tornara en un imposible
solucionar todos los problemas, por lo menos en el corto y mediano plazo, como
condición para acabar con los cultivos ilícitos íntimamente ligados al
narcotráfico.
4. La solución quedo atada a la
Reforma Rural Integral del primer punto de la agenda, lo que significa que si
no se atienden todas y cada una de los problemas de campo, continuara el
narcotráfico.
5. Se acordó como primera
alternativa la sustitución voluntaria y, en los casos en los que no haya
acuerdo con las comunidades, el Gobierno procederá a la erradicación manual. Las
Farc se opusieron tajantemente a la erradicación por asperjación.
6. El verdadero logro de las
Farc radica, en que en ninguna parte del acuerdo aparece un reconocimiento implícito
se su relación criminal con este negocio, ni reconocen abiertamente su
vinculación y lucro, mucho menos señalan sus laboratorios, ni sus rutas de
comercialización, tampoco las organizaciones de fachada que utilizaron para
esconder sus fabulosas ganancias. Lógicamente como eso no existió, nunca
resarcirán al Estado, ni dirán donde tienen sus fabulosas riquezas, producto de
tantos años dedicados al negocio del narcotráfico.
7. Como gran logro para el
gobierno, las Farc reconocieron su vinculación, solo en los cultivos ilícitos
para su financiamiento, pero como una
relación conexa al delito político de rebelión, por lo tanto los libera de
haber conformado un cartel, con las debidas consecuencias en el ámbito
internacional.
8. El gobierno y las FARC consignaron
su firme compromiso con la solución definitiva al problema de las drogas
ilícitas, prometiendo los segundos a su desvinculación definitiva de este
negocio, así como su participación en el desminado, este fue un logro importante
del gobierno, falta ver cómo y cuándo se realizara. Se prevé que lo harán en la implementación, que puede durar
de diez a quince años, de acuerdo a la experiencia en otros países.
Se
pactaron algunos otros acuerdos donde el Estado ha venido actuando desde tiempo
atrás.
Los puntos que faltan
Víctimas: En la discusión de los
puntos subsiguientes se prevé que el gobierno con sus negociadores se tendrá
que tragar sapos aún más grandes, para poder llegar a un acuerdo con este grupo terrorista.
El siguiente punto a tratar será el de las VICTIMAS, tema nada fácil por todo
lo que vienen haciendo ONGs, que pretenden victimizar a las Farc y colocar de
victimario al Estado, claro es el único que indemniza!
A este respecto queda planteado el siguiente dilema:
Si sigue creciendo día a día el número de encarcelados militares por supuestas
violaciones de DDHH, hasta el punto de superar ampliamente los detenidos de la
guerrilla, como ya está sucediendo y, por otro lado, tal como quedo consignado
en el libro Basta ya, del Centro de Memoria Histórica, adscrito al Departamento
de la Prosperidad, donde se estableció que es el Estado con sus agentes el
máximo responsable de la desapariciones en Colombia, (algunos medios ya han
venido ambientando el tema en esta dirección). Con estas cifras y otras
acciones de desprestigio que vienen adelantando organizaciones de extrema
izquierda y la “ayuda” de los seminarios organizados por la UN y la ONU, les
será fácil inducir a la opinión pública sobre quienes son las víctimas y quienes los
victimarios. Esta si es una magistral estrategia paralela, puesta en ejecución
por la Fiscalía y de los redactores de la Comisión de la Verdad.
Fin del
Conflicto:
Para cerrar la agenda vendrá este punto que contiene aspectos mucho más gruesos,
donde se tratarán temas tan delicados
como el DDR (Desarme, Desmovilización y Reinserción). Los negociadores de las
Farc han gritado a los cuatro vientos que no entregaran las armas, pues sería
indigno para ellos. Así mismo, no contemplan la desmovilización como el Estado
la concibe; en la agenda está estipulado únicamente la dejación de armas y
reincorporación de la Farc a la vida civil, en lo económico, lo social y lo
político, omitiendo la desmovilización. Pero como el proceso es irreversible,
por las expectativas que se han generado sobre las bondades del “logro de la
paz”, nos espera en la dieta de los colombianos un sapo de grandes proporciones
que nos va a causar una verdadera indigestión. ¿Se llegara a un acuerdo sin
entrega real de las armas? lo que significaría hacer política con ellas, así lo
han hecho siempre, pero en el evento de esta circunstancia lo harían dentro de
la legalidad. Por otro lado surge una pregunta mas: ¿Habrá realmente una
desmovilización como está prevista por los asesores del gobierno? o por el
contrario, ¿pasaran directamente con sus armas a hacer parte de alguna
organización de seguridad del Estado? Son preguntas que por ahora no tienen
respuesta, pero teniendo en cuenta lo acordado en la Agenda de negociaciones y
las pretensiones de este grupo terrorista, generan una gran preocupación en los
colombianos que hemos venido haciendo un cuidadoso seguimiento a este proceso.
No podemos olvidar que la discusión de la Agenda
está ligada íntimamente a unos intereses y objetivos políticos, los cuales son
ampliamente conocidos; dentro de este contexto es comprensible el papel que
están jugando los señores generales Mora y Naranjo, que aunque ellos no estén
de acuerdo en muchos de los acuerdos alcanzados, no pueden hacer cosa diferente
a seguir tratando de influir en los negociadores hasta donde sea posible,
advirtiendo los peligros y amenazas que se presenten contra la Seguridad
Nacional en cada punto discutido. Recordemos que con ellos o sin ellos el
proceso seguirá su camino. También debemos tener en cuenta, que su presencia en
la mesa es básicamente el de salvaguardar las integridad de las FFMM y como
objetivo primordial exigir un tratamiento igualitario para los militares y
policías procesados por supuestos delitos cometidos por causa conflicto.
Estaremos expectantes para estos acontecimientos.
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