lunes, 19 de mayo de 2014
22-04-14
Paradoja
Por: MG Ricardo
Rubianogroot Román (Master en Seguridad y Defensa)
Todo
conflicto o guerra por su naturaleza hostil, es inconveniente, traen consigo variadas
consecuencias infaliblemente negativas para las partes, los efectos y secuelas durante
su desarrollo y mientras acontece la beligerancia al igual que en el
post-conflicto, son diversos, afectando a las personas, la colectividad, la economía, el desarrollo y llegado a su fin
hay un perdedor y un vencedor.
Paradójicamente
la confrontación interna que vivimos en Colombia, ha perjudicado a nuestras
Fuerzas Militares.
Me
refiero a lo siguiente con la afirmación anterior; la estructura, forma de
funcionamiento y sistema de trabajo que tendrían nuestras Fuerzas Militares, serían
bien diferentes a las que hoy día las identifica, si ellas no estuvieran
comprometidas tan a fondo y a la vanguardia como lo están, atendiendo la
problemática interna.
Si
bien es cierto que el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea Colombiana han
sido, son y serán eficientes en la guerra asimétrica[1]
que adelantan, cierto es también, que
les ha correspondido “ajustarse” para apuntalar la situación irregular que ha
afrontado el país por más de diez lustros. Sin duda nuestra Fuerzas Militares
son unas de las más activas, mejor entrenadas y con gran experiencia en combate
real, son pocas en el mundo las que nos pueden equiparar, pero la misión que hoy en día
cumplen, no es la que en esencia deben desempeñar.
Las
Fuerzas Militares de una Nación están concebidas con propósitos bien definidos. “Las
Fuerzas Militares por mandato constitucional, conducen operaciones Militares orientadas
a defender la soberanía, la independencia, la integridad territorial y la
derrota de la amenaza externa, para contribuir a generar
un ambiente de paz, seguridad y desarrollo garantizado el orden constitucional
de la nación”.[2]
Esta
misión resaltada en el párrafo anterior, nos indica claramente que las FF.MM
han sido concebidas para la guerra regular[3], el hecho de estar atendiendo una
confrontación netamente asimétrica, ha obstaculizado e impedido que nuestras
fuerzas militares tengan un mejor equipamiento, una erudición, un adiestramiento
y entrenamiento acorde, que permita la defensa de la soberanía como invoca la
misión.
Actualmente
nuestras Instituciones Militares no poseen la tecnología adecuada y suficiente para
enfrentar un enemigo externo, es sorprendente y se cita solo como ejemplo, que
la Nación no posea unidades blindadas de tanques de guerra, un sistema Defensa
Antiaéreo,[4]
aviones estratégicos cazabombarderos[5] y unidades navales indispensables y apropiadas,
que nos permitan una disuasión creíble[6],
mientras que el vecindario y nuestros enemigos potenciales regularmente incrementa
sus adquisiciones y hacen alianzas militares en áreas consideradas estratégicas
y que potencialmente nos podrían afectar.
La
confrontación interna en la que somos exitosos, paradójicamente ha
obstaculizado el deber ser de nuestras Instituciones Castrenses en cuanto a
equipamiento, operaciones, doctrina y entrenamiento; sin advertirlo hemos
abandonado lo esencial.
La
mentalización, los objetivos Institucionales y prioridades operacionales de
nuestros soldados[7], producto de lo que transcurre internamente en el país, han
sido distorsionados, los mismos han sido
orientados especialmente al conflicto doméstico, al “orden público”[8], esa
no es la concepción acertada para unas Fuerzas Militares, ello no ha permitido un desarrollo acorde a
su verdadera mision, ni la orientación estratégica apropiada.
Es
imperativo escalar a nuestras Fuerzas Militares y a nuestros hombres para que
manejen y forjen conocimientos de la política Nacional, sin ser beligerantes
sí, pero con la capacidad de opinar en forma adecuada, con profundidad, su
preparación debe estar alineada con conceptos geopolíticos[9] y geoestratégicos[10]. La
educación, el entrenamiento, la inteligencia militar y la logística, deben ser
orientados con mayor énfasis a los parámetros de la guerra convencional o
simétrica; lo anterior es absolutamente compatible con la razón de ser de las
mismas alejándose de lo meramente partidista o político.
A
la Cartera de Defensa, al Comando General de las FF.MM y a cada Comando de Fuerza
Militar, les corresponde, analizar y alinear los planes y aspiraciones doctrinarias,
proyectándolos estratégicamente. La
Institución castrense debe garantizar la estabilidad de Nación en el ambiente
de la Estrategia Militar[11].
Cada soldado debe estar capacitado, entrenado y educado suficientemente y con
los recursos necesarios, para garantizar la soberanía Colombiana.
Es
imperativo también que la ciudadanía acepte la importancia de que esto suceda y
las ventajas que esto trae para el país. Cada colombiano debe entender que unas
FF.MM más capacitadas mejor dotadas y con orientación global, en apoyo al poder
civil, garantizan que el resto de renglones del país como la educación, la
salud, la infraestructura, en general el desarrollo en todas las áreas de la
Nación, se desenvuelva con mayor celeridad, con seguridad y plena confianza.
Esta
paradoja que se ha producido y que aludo en estos renglones, no nos impide iniciar un cambio cuidadoso y
ajustar las Instituciones para cumplir su misión constitucional, en forma
metódica.
Si
las conversaciones de la Habana se consolidan y una vez maduren los acuerdos, debemos
colocar aun mayor énfasis y lograr esa trasformación necesaria, pero en todo
caso y al margen de lo que allí suceda, es preciso poner
en marcha la mencionada transformación y aspirar a que ello se consolide en un
futuro no muy lejano.
[1] La guerra asimétrica es un conflicto violento donde existe
una gran desproporción entre las fuerzas tanto militares como políticas de los
bandos implicados, y que por lo tanto obliga a los bandos a utilizar medios
fuera de la tradición militar común. Entre estos medios se cuenta la guerra
de guerrillas, la resistencia, toda clase de terrorismo, la contrainsurgencia, el terrorismo
de Estado, la guerra sucia o la desobediencia
civil.
[2] Página web de la Fuerzas Militares de Colombia. (Misión)
[3] La guerra regular o convencional es un tipo de guerra que se realiza utilizando teorías, medios, estrategias y
tácticas tradicionales, en el contexto de un conflicto armado entre dos o más
Estados abiertamente hostiles. Las fuerzas de ambos bandos quedan bien
definidas, suelen combatir en campos de batalla definidos y luchan con armamento cuyo objetivo primordial es
el ejército enemigo y sus infraestructuras.
[4] La defensa antiaérea es uno de los métodos para derribar aeronaves militares en combate, desde tierra o agua (o simplemente
"superficie", para englobar a ambos). Varias armas y cañones se usan para
esto desde que las primeras aeronaves militares se usaron en la Primera Guerra Mundial, creciendo en poder y en seguridad
con los años. Después de la Segunda Guerra Mundial comienza la era de los misiles guiados, específicamente los "misiles
tierra-aire", y se usan en combinación de muchas formas.
[5] Un cazabombardero es un avión de caza que también es capaz de atacar objetivos en la superficie
terrestre, buques incluidos, por lo que está preparado para utilizar, además de
armamento aire-aire, armamento aire-tierra y aire-mar. Se diferencia de un avión de ataque a tierra en que el cazabombardero mantiene todas las capacidades de un
caza. Un cazabombardero se distingue de un caza
polivalente en que el caza
polivalente puede realizar las misiones de combate aéreo y ataque a tierra por igual, mientras que el cazabombardero
hace un énfasis en el ataque terrestre con menor rol para combate aéreo. (F-16,
Tornado, etc)
[6] Capacidad de conseguir
mediante razonamientos y ante la capacidad que se tiene, que alguien persona o
Estado, cambie su manera de actuar, pensar o sentir.
[7] Un soldado, en su sentido más
general, es un individuo que se ha alistado como Oficial, Suboficial o soldado
como tal, voluntariamente o en cumplimiento de un servicio militar obligatorio, en las fuerzas armadas de un país soberano, recibiendo entrenamiento y equipo para defender a
dicho país y sus intereses.
[8] "Orden público",
asimilada a distintas formas de delincuencia, marginalidad, protesta
pública, revuelta
[9] La geopolítica es la ciencia que, a través
de la geografía política, los estudios regionales1 y la historia, estudia la causalidad espacial de los sucesos políticos y sus futuros efectos.
[10] La geoestratégica es un subcampo de la geopolítica que trata de estudiar y relacionar problemas estratégicos
militares con factores geográficos -recursos de un país con sus objetivos
geopolíticos.
[11] La estrategia
militar se ocupa del planeamiento y dirección de las campañas bélicas, así como
del movimiento y disposición estratégica de las fuerzas armadas. El padre de la
estrategia militar moderna, Carl von Clausewitz, la definía como "el empleo
de las batallas para conseguir el fin de la guerra".2 De esta manera, daba prioridad a los objetivos políticos
sobre los objetivos militares, apoyando el control civil sobre los asuntos
militares.
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