Por Mayor General Ricardo Rubianogroot Román *
La tercera vía aun no es no es un programa concreto de acción, a pesar que se inició a hablar de ella desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial. Es un conjunto de aspiraciones y motivaciones, por el momento son ideas vagas y nada concretas, noción vacía, sin contenido real, que van desde lo moral a propuestas muy prácticas pero carentes de bases sólidas. Esas aspiraciones de justicia social, eficiencia, crecimiento y desarrollo, libertad, democracia, exprésense como se expresen, representan las ideas y aspiraciones que han llegado a constituir el objeto de esta práctica política contemporánea.
Inevitablemente la Tercera Vía se presta a equívocos y distorsiones. Más allá de una definición simplista de ser una propuesta cualquiera e imprecisa a favor de la democracia, no hay acuerdo general, no hay un criterio definido sobre lo que es, representa o busca. Propuestas o posiciones "terceristas" pueden ser (y a menudo lo son) fácilmente caricaturizadas como el triunfo del temor y la indecisión, busca permitir la expresión de las fuerzas y sectores sociales, pero no demasiado, avala la libertad de acción del individuo, siempre que sea limitada, busca innovar, pero carece de una idea central nueva que sea diferente a otras, es decir: ¡si, pero no!
Quienes intentan describirla, manifiestan (wilkipedia): “las políticas de la Tercera Vía benefician en última instancia los intereses de las grandes corporaciones, en detrimento de las clases trabajadoras y los pobres, una muestra de la tendencia degenerativa que suelen padecer este tipo de enfoques en las sociedades democráticas es, la indefinición constante, la búsqueda enfermiza del consenso en todo y para todo. Es decir querer quedar bien con todos y en todo, querer agradar a todo el mundo y a todas las tendencias, no definirse en un concepto especifico, no tomar partido, no trabajar con un solo rumbo sino en varios; es lo que en los evangelios de la religión Cristiana promulgan “de los tibios apártame!” ¡Que peligroso y delicado es ello! peor aun y muy aventurado, es querer liderar un país con esa política.
Además, debemos tener en cuenta que “Una cosa es invocar la Tercera Vía desde el punto de vista teórico y otra hacerlo en el contexto colombiano, donde hay una desinstitucionalización de largo recorrido histórico.” (Maya. Revista Semana lunes 28 de Junio 2010.) este concepto de Maya, es plenamente aceptado por el Presidente Santos. Es importante tambien entender que la realidad Colombiana es muy diferente a la de la Comunidad Económica Europea o al Reino Unido, donde las teorías de Tony Blair, referentes a la TV, si tienen cabida. La tercera vía de la que hoy se habla es aquella gestada por el sociólogo británico A. Giddens, lo que determina en primer lugar, que se trata de una propuesta teórica del ámbito de la filosofía política surgida desde Gran Bretaña y que por ende, aplica principalmente a la realidad británica.
Corroborando esta afirmación y en relación a la Tercera Vía de Blair, Jospin y Schröder, Ricardo Lagos, presidente Chileno califica de “discutible utilidad teórica” y advierte: “Existen matices de diferencia entre el debate europeo y el latinoamericano... La Tercera Vía no puede entonces tener el mismo acento en una Europa de 30.000 dólares per cápita que en una América latina de menos de 5.000 dólares per cápita”.
Cuando se desempeñaba como Ministro de Defensa en el Gobierno de Uribe, el actual Presidente Santos manifestaba su implacable intención de combate y decidida acción a terminar con la guerrilla por la vía de las armas, estaba de acuerdo con la expresión del entonces Presidente Uribe en el sentido de que en el país no se vive un conflicto. Ahora como Presidente no se observa tan determinante en lo primero, por ello la situación de orden interno y seguridad es otra muy diferente comparada con el Gobierno anterior, incluso se vislumbra tendencia al deterioro, cuando se le hacen criticas juiciosas y realistas de ese contexto de la seguridad, hay actitud reaccionaria; por otro lado declarar explícitamente e incluso enfrentarse a quien fuera su jefe y a quien debe en gran parte su nombramiento como presidente, en el tema “de conflicto Interno” buscando apoyar la aprobación de la Ley de Victimas, cuando como ya se manifestó, en el pasado su posición era contraria, sin analizar quien tiene o no la razón en ese planteamiento, lo importante si, es apreciar posiciones inciertas y variables que nos estan llevando a la inestabilidad.
Que bueno sería saber para donde nos lleva este Gobierno, para apoyarlo definitivamente, para trabajar al unísono con el o para controvertirlo abiertamente, convertirse en críticos de sus desaciertos y advertir oportunamente de sus errores; no mas “aguas tibias”, no mas imprecisiones o posiciones confusas señor Presidente, camufladas en una política como la tercera vía que aun no es clara, que no tiene ejemplos en el contexto mundial, que demuestren que es acertada y efectiva, por favor no someta al país a un laboratorio experimental que arroja incertidumbre. No “nos lance al vacio” recordando una de las frases con las que se rechazaba a su contendor en la campaña a la presidencia, usted debe propender por el bien del país, dar directrices claras, fijar objetivos sólidos, confiables, tendientes a resolver esa gran problemática en la que estamos inmersos, siguiendo parámetros reconocidos, tesis probadas; de usted y de su gobierno el país espera mucho, espera un “Buen Gobierno”]
1 comentario:
Espléndido comentario de RRR. Me gustó por acertado, creo. Santos es ambiguo; fue un Mindefensa recio y es un Presidente flojo. La evidencia de la ambigüedad de quienes ejercen la 3ª vía es la falta de identidad política de casi todos en El Legislativo y El Ejecutivo. Una cosa es ejercer como Conservador, otra como Liberal y una muy distinta como Socialista o Comunista (habiendo diferencias marcadas entre estas dos). La democracia (la buena) tiene muy en cuenta a las minorías políticas (es parte de su esencia). La falta de identidad con los principios ideológicos de sus partidos no los deja trabajar bien. Gracias. Atte.
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