lunes, 28 de enero de 2013
Sagacidad de los negociadores de las FARC en la Habana.
Por: Mayor General Ricardo Rubianogroot Román.
Integrante del Centro Colombiano de Pensamiento
Político Militar.
El Presidente Santos acaba de
pronunciarse sobre la “reserva“ que debe
observarse en todo lo que se hable en la mesa de diálogo en
La Habana, la contraparte del Gobierno sentado en la mesa, hace caso omiso de
ello como parte de su perspicacia en este asunto.
Como es de público conocimiento,
y se ha divulgado ampliamente, una de las maniobras aprovechadas por las FARC
al aceptar este proceso, es la de manipular los resultados que se logren en la
mesa, buscando alcanzar políticamente lo que no consiguieron con el uso de la
fuerza.
La sagacidad de quienes están
sentados en la mesa, se vislumbra
claramente con estas acciones:
Obtener réditos ante la evidente
y notoria intención de lograr acuerdos por parte de la Presidencia.
Difundir con comunicados sucintos,
como los que pusieron en alerta a la Presidencia, asuntos tratados, tendencias o intenciones futuras de lo que
pretenden con estas conversaciones, con el fin único de que se conozca a todo
nivel, tanto en el país como por los organismos externos que siguen este
proceso, de tal manera que se labre el
camino y rumbo en forma lenta pero continua (estrategia comunista) del fin
último que persigue su plan estratégico; “calumniad, calumniad, que de la
calumnia algo queda”, recordemos que con el tiempo algo que se ha
difundido repetidamente y que tiene repercusión en varias instancias y niveles,
termina por ser aceptado o simplemente dado por cierto.
Hacer que la llamada Sociedad
Civil participe; para ello lograron concertar con el gobierno la creación de
una página web, en la que, supuestamente, cualquier ciudadano puede opinar y
dar su punto de vista sobre lo que se debería estudiar y tener en cuenta en
este proceso. El resultado de la creación de esta página ha sido la recepción
de incontables opiniones, infortunadamente, para quienes tenemos una vocación democrática,
prevalecen allí las ideas afines y siempre manejadas por los negociadores de las FARC, que al
final solo buscan en este proceso lograr
sus propósitos; precisamente esa página activada para ese fin, es uno de los mecanismos para que disimiles
ideas fluyan, pero, insisto, solo se entregan las de izquierda.
La insurgencia narcoterrorista
conoce esa debilidad y con viveza saca provecho de la indiferencia e indolencia
de los colombianos, que esperan que todo
llegue sin mayor esfuerzo, con la consabida justificación de que la responsabilidad
es de otros, del Gobierno por ejemplo, sin entender que somos todos quienes sufriremos
las consecuencias de lo que en La Habana se pacte.
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