Quienes somos

"Un grupo de colombianos, militares y civiles de reconocida experiencia a nivel nacional e internacional, conformado para analizar y debatir problemas importantes sobre la defensa y seguridad nacional".

miércoles, 25 de enero de 2012

Editorial de la Semana

Propender por un “Buen Gobierno”
Opinar, dar un punto de vista, hablar sobre lo que más nos incomoda en sucesos que acontecen en nuestro país y que esperaríamos se solucionen, o se tomen acciones apropiadas, no nos hace antigobiernistas, ni por ello se nos puede catalogar de opositores, o integrantes de la mano negra en cualquier tendencia, es todo lo contrario, somos ciudadanos que se preocupan por su Patria que la sienten, que de verdad la viven y que quieren para ella progreso, paz y estabilidad.

Si bien es claro que algunas instancias del Gobierno identifican y tienen claridad en las problemáticas, también lo es que sus prioridades son otras. En aras de la brevedad no referiremos tan solo tres de los puntos que “incomodan” a los colombianos, posteriormente se tratarán otros que causan verdadera preocupación.

Relaciones Internacionales. Venezuela, las verdaderas intenciones del Presidente Chávez y su nuevo Ministro Rangel.

Es claro, es entendible, que el Gobierno  aspire a tener buenas relaciones con nuestro vecinos, es un razonamiento básico que cualquier Colombiano entiende, lo que no resulta comprensible es que para lograr esa cuestionable “buena relación”, no solamente estemos poniendo en juego la dignidad del país, sino, más grave, se ponga en riesgo la propia seguridad de los colombianos y del mismo Estado.

La práctica de la diplomacia no puede saltar por encima de evidentes realidades como la amenaza creciente del armamentismo del vecino país, el abierto apoyo a las bandas terroristas de las FARC, patente, no solo en la no extradición de uno de sus cabecillas, sino en el mantenimiento de un santuario en donde se ocultan y desde el cual lanzan sus acciones violentas contra el territorio nacional. No pronunciarse ante la designación del nuevo Ministro de Defensa, quien se conoce es amigo de la guerrilla que azota a nuestro país y olvidar que Chávez si lo hizo cuando nuestro actual Presidente era tan solo un candidato y este lanzaba amenazas de ruptura de relaciones y hasta intimidaba con acciones de guerra si resultara elegido, resulta, además de  inconveniente, cuando menos una actitud pusilánime y falta de entereza. El silencio de nuestra canciller y el pretender “pasar la página” ante estos sucesos, nos decepciona, son hechos cuestionables.

No se pretende que se obre como lo hiciera el mandatario venezolano, pero sí que se adopten posiciones dignas que dejen en claro que merecemos respeto y consideración.

Ecuador: Declaraciones del Presidente Correa y la expresión 

desobligante al ex presidente Uribe.

Las personas y/o gobiernos se pueden manifestar, lo que no se puede tolerar, son los pronunciamientos ofensivos e irrespetuosos contra el ex Presidente Uribe, quien al frente de esta dignidad trabajó por el país, cuestionado o no, con razón o sin ella, no podemos soportar ni dejar de pronunciarnos cuando las declaraciones son infundadas, indignas, irrespetuosas o no son ciertas. El no pronunciarse sistemáticamente, el “agachar la cabeza” ante cualquier agresiva declaración de nuestros vecinos, para no dañar esa “buena relación”, nos hace y nos muestra débiles, lo que claro está, no es conveniente para nuestro país.
Tenemos que estimarnos, debemos  defender y mostrar nuestro orgullo de patria, no permitir que nos mancillen y nos irrespeten, aboguemos por la dignidad internacional de Colombia, mantengamos relaciones, buenas relaciones, eso es importante, más importante aun es la vergüenza, exijamos respeto.

Proceso de Paz

Que mejor que lograr una Paz duradera y una estabilidad en nuestro país. Quienes  hemos vivido las atrocidades de la guerra, como actores directos, los integrantes de la Fuerza Pública, de verdad clamamos por que ello suceda.
Nuestro Presidente ha manifestado que no se adelanta ninguna gestión en ese sentido, sin embargo las ponencias de la justicia transicional y otros indicios, muestran lo contrario: que se está a las puertas de un proceso.

Lo  deseable es, que el mismo sea claro, diáfano, de cara al país, que se haga justicia y que lo que se acuerde sea razonable, no podemos dejar de lado la revisión de nuestra historia y cometer de nuevo los errores que en el pasado se dieron con el M-19, en el cual los responsables fueron amnistiados, perdonados y hoy ocupan cargos en el Gobierno. Esto,  no es del todo malo, lo que sí es muy perjudicial y cuestionable es ¡que nuestros militares estén juzgados y condenados por los hechos del palacio de justicia!¡Qué gran injusticia, que gran desproporción!

Si  por conveniencia del gobierno, se llegó a unos acuerdos para lograr la desmovilización de un grupo guerrillero, ¡no se debió dejar a la deriva a los verdaderos defensores de la paz! ¡Qué contradicción! ¿Los militares cumplen instrucciones de gobierno y éste los deja solos e indefensos y los juzga por haber cumplido lo que ese mismo gobierno dispuso? No nos cansaremos de catalogar ese episodio, como la MAS GRANDE DESPROPORCIÓN E INJUSTICIA  EN LA HISTORIA RECIENTE DEL PAIS.

Con ese antecedente, resulta conveniente analizar otros procesos para no incurrir en los mismos errores. La selección de los negociadores, si resulta que el Presidente no ha dicho la verdad al país, debe hacerse con extremo cuidado, de tal forma que quienes obren en representación del Estado defiendan los intereses que encarnan y no que resulten del lado de los grupos terroristas y defendiendo sus pretensiones. Lo que ocurrió hace necesario que los militares y policías hagan parte de las negociaciones y con varios representantes que defiendan los intereses de la Patria y de la misma Institución Militar ya que ellos han sufrido y sentido en carne propia las acciones terroristas. El Cuerpo de Generales y Almirantes puede constituir una instancia apropiada para asesorar al Gobierno en este tema.

La Reforma a la justicia y el Fuero Militar

En la actualidad se estudia una reforma a la justicia en donde está un punto de vital importancia dentro de la JPM y para el desempeño de las tropas en los aspectos operacionales: el Fuero Militar. El Ministerio de Defensa, organizó una Comisión asesora de la Justicia Penal Militar, en primera instancia ese comité, fue compuesto por los Doctores Eduardo Montealegre, Jaime Córdova Triviño, Manuel Cepeda, Rafael Nieto Loaiza, los Generales del Ejército y Policía Nacional  Juan Salcedo Lora y  Peña Velásquez.

Se conoce la intención, como estrategia, de invitar a esa reuniones a organizaciones como Human Rights Watch, dirigida por el señor Vivanco, Amnistía Internacional,  a los medios de comunicación,  esto no se puede ni se debe aceptar, no debemos permitir INTERNACIONALIZAR un tema que solo nos concierne a nosotros los Colombianos, es de nuestra exclusiva injerencia, solo nosotros conocemos al detalle  nuestra problemática, celebramos las recientes manifestaciones de nuestro Ministro de Justicia al respecto, desde ya podemos colegir el “bombardeo” y cuestionamientos a los que se verán avocados los integrantes de la mesa de trabajo y la lenta evolución de ese estudio, por intervenciones y controversias suscitadas. No repitamos los episodios de los años 2005 y 2006 que se pueden catalogar de fracaso, en este mismo tema.

Por acción del Cuerpo de Generales y Almirantes y la asesoría de un grupo dependiente del mismo, el Centro Colombiano de Pensamiento Político Militar, se logró el compromiso  de la representación y participación en esos estudios, de los Generales de Infantería de Marina y del Ejercito Nacional Rodrigo Quiñones y José Arturo Camelo, prestigiosos abogados y conocedores de la Justicia Penal Militar, estaremos muy atentos de su vinculación definitiva y de sus importantes aportes.

Se ponen estos temas a consideración del Gobierno Nacional sugiriendo se les dé la real importancia que ameritan para enderezar el camino. Aplazarlos puede ser tarde por las consecuencias funestas que puedan tener para el país.